¿Qué es un educador? O cómo debe ser...

Creo que un educador es alguien que se dedica a educar a los demás. Eso es un poco obvio. Creo que un educador puede ser casi cualquier persona, es decir, que no sólo los que tienen un título como maestros o maestras son educadores, ni mucho menos.

Un educador es alguien que te acompaña en tu proceso vital, en tu desarrollo personal. Alguien con el que se genera un vínculo de confianza, que respeta tu libertad (e incluso la fomenta), con el que se puede hablar de las vicisitudes más íntimas, con el que se puede dialogar, debatir, discutir. Alguien que te escuchará cuando lo necesites, y que te dirá lo que necesites saber.


Un educador debe ser alguien sensato, con la mente abierta, con un pensamiento propio, que se halla cuestionado por los interrogantes últimos del ser humano, con un gran espíritu, que intente ver la realidad tal y como es (si esto es posible).

Un educador es alguien que conciencia, que provoca en ti un conflicto de ideas, que hace que tu mente se estruje, que rompas tus prejuicios, que te plantees preguntas.

Un educador es alguien que te ayuda a adquirir tu autonomía, a tomar tus decisiones, a disfrutar de la vida, alguien que te ayuda a descubrir la forma en que realmente quieres vivir, y que además te anima a armonizar con tus deseos más profundos.

Un educador es alguien que te enseña cosas importantes para ti, que te enseña a aprender, a enseñar, que aprende a aprender y a enseñar.

Un educador es alguien que te capacita en una serie de competencias fundamentales para desenvolvernos en el mundo actual, alguien que nos enseña a conocer el mundo, que nos da herramientas para afrontar diferentes situaciones “vitales”. Alguien que se interesa por nuestros intereses y capacidades para enseñarnos.

Un educador es alguien que hace que nuestro ser se expanda, que nos desarrollemos al máximo, que nos sintamos autorealizados, que no nos trate como seres fragmentado, alguien que nos comprenda, y sobretodo alguien que quiere cambiar las cosas a mejor a través de su labor.

Desde luego, es importante que la figura del educador sea reconocida y valorada en la sociedad. El educador debe ser respetado y apoyado, y además debe gozar de una amplia autonomía y recursos que le permitan ejercer su labor del mejor de los modos posibles. Es importante que el educador se vea a si mismo como tal, que tenga vocación, y que no sea un cómodo conformista, ya que todo ello, hará que su labor sea una m...

Por otro lado, si un educador no tiene una buena capacidad de comunicación, esto le dificultará enormemente el ejercicio de su labor. Si no tienes habilidades comunicativas, apenas podrás llegar a los educandos, no se establecerán auténticos vínculos, no les transmitirás seguridad, no les enseñarás a expresarse en público. La comunicación es algo fundamental para un educador, y en caso de que no tenga habilidades comunicativas es mejor que se dedique a otra cosa, porque en el mejor de los casos, puede que esté dando una clase a 50 personas, y que cada una de esas cincuenta personas esté en Babia, deseando estar en otro lado, tremendamente aburridos, pensando que no entienden nada, que deben ser tontos o algo.

Por otro lado la disciplina también es un factor importante. Un profesor autoritario probablemente generará un ambiente de trabajo silencioso, y sus alumnos puede que sean obedientes, aunque con ello lo que estará generando será educandos sumisos e irreflexivos (por cierto, un educador debe ser reflexivo, crítico, tener buena capacidad oratoria, ser afectivo, etc.), o por otro lado, puede crear un clima de trabajo lleno de tensión y crispación en el que de un momento a otro puede estallar la rebelión. Lo que si que es importante es crear un clima de trabajo adecuado, buenos vínculos de relaciones basados en el respeto, la escucha, el conocimiento mutuo, el afecto, etc. Más que mucha disciplina, lo que hay que intentar es que los educandos sean personas responsables y respetuosas, y claro, para que sea así, el educador también debe ser responsable, pues tiene una gran responsabilidad, así como respetar a los educandos, a sus sentimientos, intereses, a su libertad, a sus personas.