martes, 22 de junio de 2010

¿Cómo educar? Esa es una gran cuestión...

En primer lugar, quizás haya que situar a las personas en el aquí y el ahora, y hacer que se dejen de preocupar de un futuro que no existe, o arrepintiéndose de un pasado que ya no es. Situados en el presente, sin más preocupación que el ser ahora, quizás sea momento de educar, de vivir, de ser autónomos. Después habría que intentar amar este aquí y este ahora, saltando de la cuerda a la que nos aferramos sobre el abismo.





Se debe educar en el conocimiento de los demás, en la construcción y colaboración conjunta. Debemos educar de manera que sintamos el problema como propio, y sólo así seremos educados, sólo así aprenderemos, sólo así el ser humano es capaz de conocer, si es que se puede conocer algo.








Además, se debe potenciar el potencial humano, aprovechando sus capacidades, haciendo que se sienta bien, libre, digno, pletórico, que ame, que respete, que desee, que pueda, que haga, que necesite, que encuentre ayuda.





Tiempo y espacio se han de adaptar al proyecto educativo, al proceso, y no al revés.





Además he aprendido que se debe trabajar en un sistema de relaciones, en el que todos y todas participan. Esas relaciones deben estar basadas en el diálogo, el razonamiento, el afecto, el apoyo, el reconocimiento, la igualdad y la disparidad simultáneas, el deseo del bien del otro, del bien común.





Se debe dejar que el individuo camine por si sólo, que erre, sin llegar a la indiferencia o a la permisividad.





Por otro lado, las normas de convivencia deben surgir de esas relaciones in situ, y no ser un status quo que está a priori. Deben construirse en base a la verdad, y a las necesidades y conflictos del momento. Deben ser elaboradas por todos y todas y comprendidas y respetadas por todos y todas.





Además, se debe buscar el interés de las personas, prepararlas para desarrollar al máximo sus capacidades con el objetivo de que se desenvuelvan en el Mundo lo mejor posible, y sobretodo para captar su motivación, ya que si se tiene la motivación, el proceso será mucho más fluido y deseable.





Debemos desarrollar las competencias, como la capacidad de investigación, de crítica, etc., no tanto como basar el aprendizaje en contenidos que no trascienden el ámbito de lo memorístico. Se debe procurar en la medida de lo posible trabajar en el aprendizaje relevante, desde una perspectiva activo-reflexiva. 

 

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